
7 Consejos prácticos: Conseguir una lactancia materna eficaz
La lactancia puede convertirse en un camino largo lleno de obstáculos. Nuestra enfermera de beDona, Ángela Arranz, junto a Mireia Pascual, te explican cuáles son las reglas de oro para autogestionarse.
¿Cómo conseguir una lactancia materna eficaz?
La lactancia es un proceso innato propio del ser humano. Sin embargo, el autoconocimiento respecto a la técnica de amamantar mejora el establecimiento del proceso y evita complicaciones a largo plazo.
¿Qué debes conocer si te estás preparando o estás viviendo un proceso de lactancia?
- Ofrecer el pecho a demanda. Se deben desmitificar los horarios en lactancia individualizando en cada toma y volviendo a ofrecer, con más o menos tiempo, en función de lo eficaz que haya resultado la toma previa. Conocer los signos de hambre del bebé os permitirá anticiparos, favorecer que el niño llegue al pecho tranquilo, y que la conexión se produzca más fácil y de una forma relajada. En situaciones especiales (niños de bajo peso, prematuros o con riesgo de hipoglucemia) se aconseja no dejar pasar más de 2 horas entre tomas.
Consejo: debéis resolver vuestras dudas respecto a las señales de hambre del niño. Reconocer los signos de transferencia de leche (boca llena, pezonera llena, deglución audible y despegue natural) y de vaciado del pecho, os aportará la tranquilidad de saber que las tomas están siendo efectivas.
- Cuidar la postura de la madre. Una buena técnica al pecho permite evitar el dolor, los problemas relacionados con la lactancia y facilita un correcto estímulo del pecho, y consecuentemente una buena producción. Podéis elegir aquella postura que según las circunstancias y el momento os resulte más cómoda. Las primeras semanas es recomendable no intentar muchas posturas, sino más bien tratar de acomodaros con una o dos. Más adelante, cuando la lactancia ya esté instaurada y se hayan resuelto las dudas y/o problemas del inicio, os resultará más fácil incorporar otras formas.
Consejo: Podéis preguntar a nuestra experta en lactancia sobre posibles posturas adaptadas a cada situación y a cada momento. Ayudaros de varios dispositivos (cojines, muselinas o herramientas de soporte) y adaptar las posturas a las posibilidades de las dispongáis en el domicilio.
- Mantener una buena posición y alineación del bebé. Se recomienda que madre e hijo estén con el cuerpo completamente pegado (barriga con barriga) respetando en el bebé el ángulo horizontal (oreja-hombro-cadera) y el ángulo vertical (nariz-pezón-coronilla). La separación de ambos cuerpos, la tendencia que el bebé mire al techo y /o el desplazamiento de estos ángulos hacia arriba o hacia abajo, pueden conllevar problemas a corto y a largo plazo. Por otro lado, es aconsejable sujetar al bebé por la espalda, dejando la cabeza libre, para que sea el mismo el que decida cuando finalizar la toma.
Consejo: Podéis realizaros varias fotos para ver desde fuera los aspectos a mejorar. Compartir el contenido con nuestra asesora en lactancia os ayudará a ir evolucionando y perfeccionando la técnica.
- Dejar que el agarre se produzca de forma natural. Muy a menudo, cuando el bebé se dispone a realizar el agarre y empieza a abrir la boca se tiende a correr mucho. Sin embargo, se recomienda que la transferencia se realice de forma tranquila, esperando a que se dé el reflejo de búsqueda, una buena apertura bucal y una protusión de la lengua en busca del pezón. Esto facilita un agarre bien profundo y permite introducir todo el complejo areola-pezón dentro de su boca. A su vez, darle mucha información intraoral permite que las estructuras (lengua, paladar y mejillas) se acomoden mejor al pecho.
Consejo: Es importante no desplazarse hacia el bebé, sino que sea el niño el que vaya en busca del pecho y el que se desplace hacia la madre. Mantenerse en la calma y tomarse las tomas al pecho con tranquilidad es clave en el proceso.

- Valorar que las estructuras orales se encuentran bien colocadas. Una vez conseguido el agarre es importante observar que nariz y mentón tocan completamente el pecho, que los labios están bien evertidos hacia fuera (en forma de pez) y que las mejillas quedan redondeadas (sin signos de hoyuelo). El cuello debe de quedar en posición neutra o ligeramente hiperextendido.
Consejo: En caso de oír chasquidos o ruidos extraños, que el bebé se quede agarrado a la punta del pezón, que haga una succión muy masticatoria, que gran parte de la areola quede fuera de la boca y/o que el pezón salga de su boca aplastado, se debe consulta con nuestra experta en lactancia.
- Pedir ayuda, felicitaros continuamente, celebrar siempre y disfrutar de la lactancia. La lactancia es una etapa donde todas las preocupaciones se centran sobre el bebé y una se olvida de sí misma, teniendo dificultad de encontrar momentos de distracción, en los que ocupar la mente con otras cosas. Los falsos mitos sociales (“no tengo suficiente leche”, “mi niño perderá peso porqué mi leche no le alimenta suficiente”, “el bebé pasa hambre”…) también favorecen que las madres se responsabilicen y asuman todos los problemas que puedan surgir a lo largo del proceso. Asimismo, las crisis de desarrollo en las que el bebé aprende nuevas facultades y su comportamiento al pecho cambia, mostrándose irritable, inquieto, distrayéndose fácilmente y pidiendo pecho de una forma muy frecuente, también contribuyen a que la madre se cuestione sus capacidades y su producción de leche. A veces todo va bien y la lactancia evoluciona con éxito, pero sin embargo os sentís incapaces de poder disfrutarla. En cualquier caso, si tenéis estas u otras preocupaciones, es importante que las compartáis con otras madres o bien que una experta en lactancia os ayude a recuperar la confianza.
Consejo: Celebrar en familia cualquier superación, felicitaros día a día por seguir luchando, no dejéis que os quiten méritos, daros caprichos, intentar focalizaros en sentimientos positivos, buscar momentos de distracción y de descanso, no abandonéis vuestras aficiones, y sobre todo, disfrutar del vínculo y de la sensación de bienestar que genera la lactancia con vuestro hijo.
- Normalizar el dolor NO es lo correcto. El dolor no depende solo de la técnica de la madre y conduce hacia sentimientos de frustración, de agotamiento y de culpabilidad, con los que os podéis sentir muy atrapadas. A veces el proceso no resulta como esperabais lo que conlleva un duelo emocional respecto a la lactancia imaginada y/o deseada.
Consejo: si tenéis dolor debéis acudir a una experta en lactancia que os ayude a detectar cuál es la causa y que os facilite herramientas para resolver el problema. Asimismo, es muy importante trabajar en canalizar todas estas emociones, para poder recuperar la confianza y volver a disfrutar de vuestra lactancia.