¿Cómo afrontar tu nueva maternidad? 11 consejos que te ayudarán
Cuando nace un bebé, también nace una madre. La maternidad transforma a la mujer, a nivel corporal y psicológico. También se dan importantes cambios en la pareja, la familia, las relaciones sociales y en la esfera laboral. Los cambios pueden abrumar a muchas madres sobre todo cuando se convierten en madres por primera vez. El apoyo familiar y social y una buena organización serán fundamentales para hacer frente a este cambio vital. Nos lo cuenta Anaïs Barcelona, psicóloga.
En primer lugar, la maternidad está llena de presiones y prejuicios por parte de la familia, los profesionales y la sociedad en general. Para no caer en las dudas e inseguridades, infórmate todo lo que puedas, pero cuando tengas que tomar una decisión, guíate por lo que tú (y tu pareja) piensas y sientes. El sentido común, el instinto y el amor por tu hijo seguro que te llevan por el camino correcto. Reflexiona sobre los valores que son importantes para ti como madre y no en la madre que “debes ser”. No hay madres mejores ni peores, simplemente madres “suficientemente buenas” como postulaba el psicólogo y pediatra Winicott.
1. No idealices la maternidad. El convertirse en madre suele ser muy gratificante para la mayoría de mujeres. La maternidad implica una crisis vital, tiene momentos duros y de soledad. El postparto es difícil para la mayoría. A la experiencia del parto se le unen los cambios hormonales bruscos del posparto, el inicio de la lactancia materna, empezar a construir una relación con el bebé, las noches sin dormir, etc. En estas primeras semanas vas a necesitar ayuda para recuperarte físicamente, sentirte apoyada emocionalmente y también con ayuda doméstica. Los primeros meses del bebé suelen ser más duros e intensos porque se establece la lactancia materna, los despertares son continuos y los cólicos son frecuentes. Todo mejorará poco a poco.
2. Mantén alejada la culpa. La culpa y la maternidad van unidas. La culpa es un sentimiento que tienen muchas madres, sobre todo las primerizas. La culpa puede aparecer cuando no se puede dar el pecho, cuando la madre se tiene que separar el bebé, cuando el bebé llora, etc. Trata de substituir este sentimiento por la responsabilidad y la búsqueda de soluciones ante los problemas.
3. Rodéate de tu tribu. Además de la pareja, la familia y los amigos, los grupos de madres son muy positivos. La maternidad es solitaria en muchos momentos y, por ello, reunirte con otras madres que están pasando lo mismo que tú será muy beneficioso.
4. Cuídate. La llegada del bebé va a implicar que te quede muy poco tiempo para ti. Las primeras semanas te puede pasar que hasta te cueste encontrar tiempo para ducharte o comer. Busca tiempo cada día para dedicarte un tiempo exclusivo para cuidar tu cuerpo y tu mente.
5. Delega y pide ayuda. La llegada del bebé requiere de mucho tiempo material y mental. Prioriza las tareas importantes y no seas tan exigente con el orden de tu casa. Será fundamental una buena organización para realizar las tareas cotidianas. Pide ayuda a tu pareja, amigos y familiares cuando lo necesites.
6. No te presiones para que tu cuerpo vuelva a ser rápidamente como antes. Tu cuerpo ha tenido muchos cambios físicos que pueden perdurar hasta un año tras el parto. Con ejercicio físico y una dieta equilibrada irás recuperando tu figura.
7. Planifica la vuelta al trabajo. Este es uno de los puntos que más angustian a las madres. En España, madres y padres tienen 16 semanas de baja por nacimiento, tiempo totalmente insuficiente para cuidar al bebé. Piensa cómo vas a organizar tu vuelta al trabajo contando con las ayudas de las que dispones.
8. No te compares con otras madres. Cada experiencia con la maternidad es única. Para afrontar la maternidad de manera saludable es preferible olvidarse de lo que hacen las demás sin compararse.
9. Cuida tu salud mental. Sabemos que el posparto es una época vulnerable para la salud mental de la mujer. Por este motivo, algunas mujeres pueden sentirse tristes o con ansiedad excesiva. Normalizar cómo te sientes sin juzgarte, hablar de tus sentimientos y pedir ayuda psicológica será fundamental cuando te sientas desbordada.
10. Descansa todo lo que puedas. Tener un sueño reparador es crucial para tu salud. Aunque muchas veces es difícil que duermas mientras duerme el bebé por todas las tareas que tienes que hacer, aprovecha para descansar y dormir siempre que puedas.
11. No te presiones con la lactancia materna. Dar el pecho es una elección personal de cada madre y no es peor madre la que no puede o no quiere optar por esta opción. La lactancia materna tiene enormes beneficios para la salud y el vínculo de la madre y el bebé. En la mayoría de los casos, tras las primeras semanas, la lactancia materna se establece adecuadamente. En algunos casos, algunos problemas como las grietas en el pecho, la mastitis o enfermedades de la madre hacen que la lactancia sea difícil y con dolor. Pide ayuda a tu comadrona o asesora de lactancia para que comprueben el agarre y la posición al dar el pecho y puedan ayudarte. Si a pesar de intentarlo no mejora, no te culpabilices. Vas a ser una madre muy buena.