Consejos alimenticios en caso de diabetes gestacional

Descubre valiosos consejos alimenticios para manejar la diabetes gestacional de manera saludable durante el embarazo. En este artículo, la nutricionista Isabella Parilli, actualmente en su último año de doctorado sobre Alimentación y Salud en la Universidad de Barcelona, comparte su experiencia y conocimientos para ayudarte a crear conciencia sobre los beneficios de una alimentación y hábitos saludables.

La diabetes gestacional es una situación que presentan algunas mujeres, que se define como la intolerancia a los hidratos de carbono durante el embarazo, lo que conlleva a un aumento de los niveles de azúcar en sangre por encima de los niveles normales.

¿Cuál es la causa?

Para ponernos en contexto, te presentamos a la insulina, la hormona encargada de recoger el azúcar que se encuentra en la sangre e introducirla en las células para que estas puedan usar el azúcar proveniente de los hidratos de carbono que consumimos como fuente de energía.

En algunos embarazos, las propias hormonas que se sintetizan en la placenta interfieren en la acción de la insulina promoviendo el aumento de los niveles de azúcar. Cuando esto sucede, puede aparecer la conocida diabetes gestacional.

Consejos dietéticos:

En estos casos la alimentación no es muy distinta a la que debería seguir cualquier mujer embarazada. El tratamiento consiste en una dieta personalizada, fraccionada y con una correcta selección de los hidratos de carbono que debe consumir la futura madre.

Las recomendaciones dietéticas serían las siguientes:

  • Se deberá seguir una dieta equilibrada y variada, constituida por 3 comidas principales y 2-4 tentempiés al día. Fraccionando tus comidas podrás evitar hipoglucemias en ayunas e hiperglucemias después de comer.
  • Los hidratos de carbono no deben suponer más del 40-50 % del total de las calorías diarias de la dieta y existe un concepto que es bueno tener presente a la hora de elegir los hidratos de carbono. El índice glucémico (IG), término que se usa para medir la rapidez con la que la azúcar de un alimento pasa a la sangre después de la ingesta. Cada alimento tiene un IG que puede clasificarse en alto, medio o bajo, en función de la facilidad con la cual se absorbe el azúcar que contiene.

En palabras sencillas: Debes consumir alimentos de IG medio o bajo, ya que el azúcar de estos se absorberá de una manera más lenta permitiendo mantener unos niveles adecuados de azúcar en sangre. Y evitar aquellos de IG alto o de rápida absorción.

· Alimentos con IG alto o carbohidratos de absorción rápida (evitar): bollería industrial, galletas, cereales de desayuno, zumos, mermeladas, miel, azúcar, bombones, caramelos, membrillo, refrescos, helados, batidos de chocolate, tartas, sandía, pan blanco, arroz blanco…

· Alimentos de IG medio: arroz, pasta y pan integral, avena, melón, piña, plátano, uvas, kiwi, pasas, remolacha, papaya, patata, legumbres…

· Alimentos con IG bajo o carbohidratos de absorción lenta: Verduras y hortalizas, el resto de las frutas, leche, yogures…  

¡Tip culinario! La cocción de los alimentos puede cambiar su velocidad de absorción. Por ejemplo, un plato de pasta al dente se absorbe de forma más lenta que uno muy cocinado. O también, los alimentos líquidos o muy troceados se absorben con mayor rapidez, por lo que será más alto el índice glucémico de un zumo que el de una pieza de fruta entera. 

  • Es importante tomar un buen desayuno. Los niveles de azúcar en tu sangre generalmente están más descompensados por la mañana. Para mantener tus niveles en rangos adecuados, puede que tengas que limitar los hidratos de carbono (panes, cereales, fruta y leche) durante los desayunos y aumentar tu ingesta de proteína y grasa.

Sin embargo, aquellas mujeres a las que se les hace difícil eliminar algunos carbohidratos, les recomendamos que a los alimentos de alto IG por ejemplo, pan blanco, los combinen con grasas saludables (aceite de oliva virgen extra, aguacate) o proteína (pavo, huevo) o ambos. Lo que permitirá un IG final más bajo.

  • Incluye comidas con mucha fibra. Te recomendamos priorizar siempre el consumo de alimentos integrales o con gran cantidad de fibra. Siempre que tengas la opción de escoger, ¡escoge la versión integral! La fibra suele envolver al azúcar y enlentece o impide su absorción.
  • Y por último, pero no menos importante, ¡muévete!, el peor ejercicio es el que no se hace. Estudios demuestran que el ejercicio moderado permite que la resistencia a la insulina disminuya y mejore el control de los niveles de azúcar en la sangre, manteniéndolos en un nivel adecuado.

Dentro del ejercicio te recomendamos realizar ejercicio físico aeróbico regular, ya sean caminatas, trote, ciclismo o natación, y levantamiento de pesas moderado.


Entre el 70% y el 85% de las mujeres con diabetes gestacional pueden controlar los niveles de glucosa tan solo con estos cambios de estilo de vida.

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