Embriones frescos o congelados: ¿Qué significan éstos términos?

Dentro de las técnicas que podemos hacer en un laboratorio de FIV está la posibilidad de congelar embriones y también gametos (óvulos y espermatozoides). En general, hablamos de criopreservación y se suele hacer por un método que se llama vitrificación. Se congelan en nitrógeno líquido a muy baja temperatura. El Dr. Antonio Requena Miranda, ginecólogo especialista en Reproducción Humana y director Médico Grupo IVI-RMA Global, nos lo explica en este artículo, dando respuesta a preguntas frecuentes.

¿Es dañina la congelación para los embriones?

Con las nuevas técnicas de congelación (vitrificación), en un porcentaje muy alto (más del 90% según centros) el embrión no tiene que sufrir durante el proceso de congelación/ descongelación (desvitrificación) y deberíamos tener un embrión con una perfecta capacidad de implantarse y desarrollarse hasta un bebe. En un porcentaje pequeño puede producirse algún daño de las estructuras del embrión que provocará que se bloquee tras la descongelación y, por tanto, no se pueda transferir. Y debemos saber también que las tasas de gestación en la actualidad son similares, con embriones en fresco que congelados.

¿Puede provocar la congelación algún daño en el desarrollo del feto y del bebé?

No y hay ya un gran número de niños nacidos por esta técnica y nunca se ha observado mayor incidencia de problemas durante la gestación o en el niño (por ejemplo, malformaciones) por el uso de estas técnicas.

¿Hay un tiempo límite para que los embriones estén congelados?

No existe un tiempo límite salvo cuando la paciente cumple 50 años en los centros privados de reproducción y en la edad límite que establezcan los centros públicos para hacer un tratamiento dependiendo de su comunidad. Tenemos que saber que el embrión una vez congelado no sufre por el tiempo que permanezca en este estado.

Embriones en fresco frente a congelados. ¿Qué es mejor?

Hablamos de embriones en fresco que son aquellos resultantes de un ciclo de Fecundación In Vitro. Estos embriones se pueden transferir en el útero directamente o pueden ser congelados para transferirlos en un ciclo posterior. 

Deberíamos pensar que siempre es mejor ser lo menos intervencionista sobre los embriones. Por tanto, lo lógico es pensar que preferimos un embrión en fresco que un embrión congelado. Pero si consideramos, como hemos dicho, que la tasa de supervivencia de los embriones tras congelarse/descongelarse es muy alta, que no provoca ningún problema en el embrión/feto/bebé y que su potencial de embarazar es igual que en fresco, ya no tenemos tan claro qué es mejor. Pero, además, tenemos que pensar que el poder congelar embriones nos sirve para poder afrontar técnicas diagnósticas, para evitar complicaciones de la madre o para guardar embriones sobrantes. 

¿En qué casos estaría indicado congelar los embriones?

  • Siempre que tengamos más embriones que los que vamos a transferir, que debería ser en la mayoría de las pacientes un solo embrión por transfer. 
  • Cuando pensamos que el endometrio de la paciente (pared del útero donde se implanta el embrión) no está en las mejores condiciones después de haber realizado el ciclo de FIV. En este caso vamos a tener más tasa de éxito si congelamos todos los embriones y lo transferimos en un ciclo posterior con un endometrio perfecto para implantar. 
  • Cuando hay riesgo de que la paciente pueda tener un síndrome de hiperestimulación ovárica. Este síndrome empeora si la paciente queda embarazada. Es por ello que es mejor congelar todos los embriones, esperar que la paciente tenga su menstruación, con lo que desaparece el riesgo de hiperestimulación y transferirlo en un ciclo posterior. 
  • Cuando tenemos que realizar técnicas de diagnóstico de los embriones cuyos resultados llevan más de 5-6 días, que es el tiempo que el embrión puede estar en un incubador antes de transferirlo. Por ejemplo, cuando hacemos una biopsia del embrión para un estudio cromosómico o genético. 
  • En otros casos donde pensemos que es mejor no hacer transferencia en fresco.

Entonces, ¿hay que congelar siempre los embriones?

Hay cierta controversia sobre ello y hay centros de reproducción que piensan que siempre es mejor congelar los embriones tras un ciclo de FIV y transferirlos más tarde en endometrios perfectamente preparados. Otros centros piensan que hay casos en los que se puede transferir un embrión fresco durante el ciclo de FIV y si quedan embriones, congelarlos. Es importante hablar con tu médico sobre todos estos temas. Dejarte aconsejar, pero también expresarle tus dudas o preferencias.

Artículo revisado por Carlos Dosouto

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