Fallo ovárico

Fallo ovárico, ¿tengo alguna opción de quedarme embarazada?

Los ovarios cumplen dos funciones muy importantes a lo largo de la vida de una mujer: la primera es la secreción hormonal que permite el desarrollo de los órganos y rasgos sexuales femeninos y la segunda es la función reproductiva, por la que gracias a la maduración de los óvulos que se encuentran en el ovario, las mujeres pueden ovular y optar a un embarazo cíclicamente a partir de la pubertad. Un fallo ovárico reducirá las opciones de quedarse embarazada, Beatriz Álvaro Mercadal, nos cuenta en este artículo las consecuencias de sufrir insuficiencia ovárica prematura.

La edad media de la menopausia fisiológica es a los 50-51 años, aunque ésta puede ocurrir a partir de los 40 años. Cuando sucede entre los 40 y 45 años hablamos de menopausia temprana, y cuando sucede antes de los 40 años, hablamos de insuficiencia ovárica prematura. 

La definición de insuficiencia ovárica prematura o IOP (que es lo mismo que antes se denominaba fallo ovárico o menopausia precoz) es la ausencia de regla durante 4 meses o más, con una analítica específica en que la FSH (hormona estimulante de los folículos) está excesivamente alta y el Estradiol muy bajo. Esto indica que la ausencia de reglas está directamente relacionada con un problema del ovario. El ovario, a pesar de recibir el estímulo de la hormona FSH, no responde como debería, no se realiza el proceso de la ovulación ni se secretan las hormonas correctamente (de ahí que el Estradiol sea bajo). 

Esto tiene dos consecuencias que pueden ser importantes para la salud general y reproductiva de la mujer. El hecho de no tener óvulos en los ovarios impide tener hijos con los propios óvulos y con la propia genética. Por otro lado, al no secretar las hormonas necesarias, aumenta el riesgo de osteoporosis, accidentes cardiovasculares y síntomas relacionados con la falta de estrógenos, como la sequedad vaginal y de mucosas y los sofocos. 

¿Por qué ocurre el fallo ovárico? 

La razón por la que esto ocurre es desconocida en la mayoría de los casos. Otras veces es por causas genéticas, autoinmunes (el cuerpo genera anticuerpos contra ciertos tejidos del propio cuerpo), infecciosas, o por haber recibido un tratamiento quirúrgico del ovario, de quimioterapia o radioterapia.

¿Qué podemos hacer ante este diagnóstico? 

Es importante seguir un acompañamiento especializado y soporte psicológico porque la terminación de la función ovárica es un tema sensible para la mayoría de las mujeres. Es necesario informarse bien de los riesgos y consecuencias de la falta de estrógenos en el cuerpo. Por ello, aunque no haya deseo gestacional, se debe plantear un tratamiento hormonal que sustituya lo que el cuerpo debería secretar hasta los 50-51 años. El tratamiento hormonal de sustitución parece que disminuye la probabilidad de desarrollar osteoporosis y accidentes cardiovasculares e incluso la mortalidad. 

¿Si quiero tener hijos, qué opciones tengo?

En las mujeres que desean tener hijos, diagnosticadas de Insuficiencia ovárica prematura, la probabilidad de un embarazo espontáneo es de alrededor del 5% a lo largo de su vida. El ovario puede retomar la función ovárica, pero es impredecible, no se puede saber cuándo y no existen tratamientos, por el momento, que puedan favorecer la ovulación en estos casos. 

Los tratamientos que intentan estimular el ovario con dosis altas de medicación (gonadotropinas) no consiguen mejores tasas que las de embarazo espontáneo ya descritas, ya que el ovario con insuficiencia ovárica no responde al tratamiento de estimulación.

Para llevar a cabo un embarazo, la única opción validada por el momento es la fecundación in vitro con óvulos de una donante. Esta opción aumenta de manera muy significativa las probabilidades de embarazo, alrededor del 45-50% por transferencia embrionaria, o alrededor del 70-80% por ciclo (una vez transferidos todos los embriones obtenidos en el mismo ciclo de fecundación in vitro).

Es cierto que algunos equipos están llevando a cabo estudios de nuevos tratamientos esperanzadores para poder obtener óvulos fecundables y transmitir la genética propia a la descendencia. El autotransplante de células madre, la activación in vitro o mecánica de tejido ovárico con posterior autotrasplante, la obtención de óvulos a partir de células de la piel, son algunos ejemplos de lo que se está estudiando hoy en día. Pero de momento, son todo técnicas experimentales que sólo deben realizarse en el marco de estudios de investigación. 

¿Se puede predecir la insuficiencia ovárica precoz?

Entre el 5 y el 15% de los casos son familiares y probablemente tienen un factor genético asociado, en la mayoría de casos desconocido.

Hoy en día existen marcadores que permiten evaluar el riesgo de desarrollar una insuficiencia ovárica. Algunos marcadores sanguíneos como la hormona antimulleriana (AMH) y ecográficos, como el recuento de folículos antrales (RFA), nos permiten conocer el estado de los ovarios en un momento preciso y relacionarlo con lo que correspondería por edad a la paciente. Cuando AMH y/o RFA son demasiado bajos, existe un riesgo de IOP. En la descendencia femenina de una mujer con insuficiencia ovárica, es recomendable hacer una evaluación de la reserva ovárica al inicio de la edad adulta.

Aunque se han intentado desarrollar tablas para predecir la edad de la menopausia, estas todavía no son suficientemente precisas, y la edad de la menopausia de la madre sigue siendo el factor predictivo más determinante.

¿Se puede evitar la insuficiencia ovárica? 

Entre los factores ambientales que se ha demostrado que influyen adelantando la edad de la menopausia está el tabaco. Los disruptores endocrinológicos (como el BPA o Bisphenol A) podrían tener un rol en el desarrollo de IOP pero todavía no ha quedado demostrado claramente.

Ciertos casos a riesgo de desarrollar una IOP se pueden beneficiar de preservar ovocitos o tejido ovárico. Es el caso, por ejemplo, de las pacientes que saben que son portadoras de una enfermedad genética (como la premutación del X Frágil o una anomalía del cariotipo), que deben someterse a un tratamiento quirúrgico por endometriosis severa o bien a una radioterapia para tratar un cáncer. El procedimiento no evita la IOP pero puede ser una opción más para el futuro reproductivo de estas mujeres que tienen una alta probabilidad de no poder reproducirse con sus propios óvulos si no hacen ningún tratamiento previo.

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