Autoexploración de la mama

La autoexploración de la mama consiste en examinar la mama una misma para detectar o comprobar si hay alguna presencia de bulto u otros cambios significativos. La Dra. Elisa Llurba nos explica en este artículo los pasos a seguir.

Primer paso

Examinar las mamas en un espejo con las manos en las caderas. Párate frente a un espejo con los hombros rectos y los brazos apoyados sobre ambos lados de la cadera y mírate las mamas. Esto es lo que debes encontrar: mamas de tamaño, forma y color habituales mamas bien formadas, que no presentan deformaciones ni inflamaciones visibles. Si notas alguna de las siguientes alteraciones, informa a tu médico: formación de hoyuelos, arrugas o bultos en la piel cambio de posición de un pezón o pezón invertido (está metido hacia adentro en lugar de sobresalir) enrojecimiento, dolor, sarpullido o inflamación.

Segundo paso

Levantar los brazos y examinar las mamas. Ahora, levanta los brazos y fíjate si ves las mismas alteraciones.

Tercer paso

Ver si hay líquido cuando estés frente al espejo, fíjate si te sale líquido de uno o ambos pezones (puede ser transparente, lechoso o amarillento, o sangre).

Cuarto paso

Luego, acuéstate y pálpate las mamas para detectar bultos o otras anormalidades con las manos invertidas; es decir, la mama izquierda con la mano derecha y viceversa. Procura utilizar un tacto firme y pausado con las yemas de los dedos, manteniendo los dedos rectos y juntos. El movimiento debe ser circular, del tamaño de una moneda aproximadamente. Controla la mama completa de arriba abajo y de lado a lado: desde la clavícula hasta la parte superior del abdomen, y desde la axila hasta el escote. Sigue algún tipo de patrón para asegurarte de cubrir la mama entera. Puedes empezar por el pezón y avanzar en círculos cada vez mayores hasta llegar al borde exterior de la mama. También puedes mover los dedos verticalmente, hacia arriba y hacia abajo, como si estuvieras cortando el césped. Este movimiento ascendente y descendente suele ser el más utilizado por las mujeres. Asegúrate de palpar todo el tejido mamario, tanto en la parte delantera como en la parte trasera: para palpar la piel y el tejido superficiales, ejerce una leve presión; para llegar al tejido ubicado en la parte media de las mamas, una presión moderada; y para el tejido profundo, una presión firme. Al llegar al tejido profundo, tienes que poder sentir la caja torácica.

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