Pensar bien, sentirse mejor. 10 claves para el pensamiento positivo
Todo lo que sentimos depende de lo que percibimos, de nuestras cogniciones. Las emociones agradables y desagradables dependen de lo que pensamos. Muchas personas sufren emocionalmente por cosas que no están pasando, los pensamientos anticipatorios negativos causan ansiedad excesiva ante situaciones que no implican ningún peligro. Es por este motivo que pensar adecuadamente es fundamental para nuestra salud emocional. La psicóloga Anaïs Barcelona nos da 10 claves que te ayudarán a sentirte mejor.
Hay una estrecha relación entre lo que pensamos, sentimos y hacemos. Aquello que sentimos tiene mucho que ver en cómo pensamos. La práctica del pensamiento positivo te puede ayudar a manejar el estrés y mejorar tu estado de ánimo.
- Detecta los pensamientos negativos y cámbialos por otros más positivos. Imagina que hoy llueve y piensas “que día más feo y aburrido”, este pensamiento conduce a emociones como la apatía y la tristeza. Podemos cambiar este pensamiento por otro como “mejor que llueva hoy que es martes y así el fin de semana probablemente no lloverá, además es bueno para el medioambiente”.
- Dedica unos minutos al día a tener pensamientos positivos sobre ti misma.
- Estate atenta a las atribuciones que haces de las cosas que pasan. Las personas que atribuyen un locus de control interno a las cosas positivas y un locus de control externo a las negativas se sienten mejor. Vemos un ejemplo. Hoy he tenido una entrevista de trabajo y no ha ido muy bien. Una persona con locus de control externo pensará que el entrevistador era muy exigente o había candidatos más preparados para ese puesto en concreto. Una persona con locus de control interno pensará que la entrevista no ha ido bien porque no tiene suficientes conocimientos o habilidades.
- Aprende a tener pensamientos de afrontamiento positivo. Es importante reconocer las situaciones en las que sueles sentirte mal y observar el lenguaje interno que utilizas. En muchos casos, este lenguaje acostumbra a ser negativo como “no seré capaz”, “me equivocaré y haré el ridículo”, etc. Podemos cambiar estas afirmaciones por otras de positivas que nos ayuden a afrontar las situaciones estresantes.
- Practica las visualizaciones positivas. Cierra los ojos y proyecta una imagen positiva de cómo te gustaría que fueran las cosas.
- Rodéate de personas positivas.
- Durante el día aparecen muchos problemas a resolver. Intenta pensar en una posible solución o un pensamiento positivo al respecto. De nada sirve pensar excesivamente en los problemas sin buscar soluciones.
- Vigila con los pensamientos dicotómicos de “todo o nada”. Normalmente podemos encontrar una posición intermedia para solucionar las cosas.
- Enfócate en el presente. Vivir pensando en el pasado puede causar sentimientos de tristeza. Proyectar excesivamente en el futuro provoca elevada ansiedad por lo que vendrá. Céntrate en el aquí y ahora.
- Cuidado con los pensamientos “debería o tendría que”. Estamos constantemente comparando lo que deberíamos ser o hacer con lo que se es o se hace en realidad. Aprende a aceptar que las cosas pueden ser diferentes a como las deseas.
Pensar en positivo es un arte que requiere práctica. Te ayudamos con esta técnica que te permitirá mejorar tu salud emocional.