Tengo cáncer de mama, ¿ahora qué?
Los números acerca del cáncer confirman que es el más frecuente en mujeres. Por ejemplo, 1 de cada 8 españolas padecerán este tipo de cáncer durante su vida. Bárbara García-Valdecasas Vilanova, consultora del Servicio de Obstetricia y Ginecología especializada en Patología mamaria en el Hospital Sant Pau de Barcelona, junto la también ginecóloga Núria García Ginjaume, analizan en profundidad esta enfermedad. Tipos, pronóstico, tratamientos, cirugía reconstructiva y la vida tras un cáncer de mama.
¿A cuántas mujeres afecta?
El cáncer de mama es el cáncer más frecuente en mujeres tanto a nivel mundial como español. Se calcula que 1 de cada 8 mujeres españolas tendrá un cáncer de mama en algún momento de su vida. La mayoría de los casos se detectan en mujeres mayores de 50 años, pero aproximadamente un 10% se diagnostica en mujeres menores de 40 años.
El cáncer de mama es la primera causa de muerte por cáncer en mujeres españolas, aunque la mortalidad por cáncer de mama ha disminuido en gran medida a nivel mundial en las últimas décadas, gracias al diagnóstico más temprano mediante el cribado poblacional y la conciencia pública, y la mejora en los tratamientos tanto loco-regionales como sistémicos.
La supervivencia del cáncer de mama depende, entre otros factores, del estadio en el que se ha diagnosticado el cáncer, siendo mayor al 98% para estadio I, mientras que la supervivencia desciende al 24% para estadio IV.
¿Qué tipos existen?
El cáncer de mama se puede originar en diferentes células mamarias:
- Cáncer ductal: se origina en las células de los conductos por los que pasa la leche materna hacia el pezón. Es el tipo más frecuente.
- Cáncer lobulillar: se origina en las células de las glándulas productoras de leche materna.
Estos dos tipos de cáncer de mama a veces se presentan como una lesión precursora de cáncer, denominada carcinoma ductal in situ (CDis) o indicadora de riesgo como el carcinoma lobulillar in situ (CLis), en las cuales las células malignas están confinadas al conducto mamario o al lobulillo, respectivamente, sin traspasar la membrana basal, por lo que no han alcanzado los vasos sanguíneos y por tanto no han podido diseminarse. Una vez han traspasado la membrana basal ya se consideran lesiones cancerosas y se denominan carcinomas infiltrantes.
- Hay otros tipos de cáncer de mama muy poco frecuentes que se originan en otros tejidos de la mama como el tejido conectivo (tumor filodes maligno) o los vasos sanguíneos (angiosarcoma).
El tipo de cáncer se determina mediante la biopsia del nódulo observado en la mamografía o ecografía. La biopsia no solo informa del “nombre” del cáncer, sino también del “apellido”, según:
- Grado de diferenciación: bajo, moderado o alto.
- Tipo de proteínas que expresa el tumor: receptores de estrógenos y progesterona, HER2 (participa en el crecimiento celular) y ki67 (marcador de proliferación celular). La combinación en la expresión de estas proteínas será un factor clave de cara al pronóstico y tratamiento del cáncer.
¿En qué estadio me encuentro y cuál es mi pronóstico?
El cáncer de mama, originado en las células mamarias, se puede propagar al resto del cuerpo a través de los ganglios linfáticos y de la sangre, y siempre lo hace siguiendo el mismo orden.
Cuando alguna célula cancerosa se escapa del tumor, entra en los vasos linfáticos de la mama y se propaga hasta el primer ganglio de la cadena de ganglios axilares, llamado ganglio centinela, donde se implanta y empieza a crecer. A partir de allí, se puede extender al resto de ganglios axilares, y posteriormente se puede diseminar a través de la sangre al resto del cuerpo, lo que se conoce como metástasis a distancia.
El cáncer de mama se clasifica en 5 estadios que marcan el pronóstico, teniendo en cuenta el tamaño del tumor, el tipo de cáncer y la afectación linfática o a distancia. A grandes rasgos, los estadios son los siguientes:
- Estadio 0: Carcinoma in situ.
- Estadio 1: tumor pequeño (<2cm) sin afectación ganglionar ni a distancia.
- Estadio 2: diseminación ganglionar axilar o tumor mediano (2-5cm).
- Estadio 3: localmente avanzado. Tumor de gran tamaño y/o con afectación de estructuras vecinas como la piel o pared torácica, y con diseminación ganglionar extensa.
- Estadio 4: diseminación a distancia (las células cancerígenas se han propagado a otros órganos del cuerpo como pulmones, ganglios linfáticos distantes, la piel, los huesos, el hígado y el cerebro).
¿Cuál es mi tratamiento?
El tratamiento del cáncer de mama habitualmente se decide de forma individualizada para cada paciente por parte de un comité formado por un equipo multidisciplinar donde participan principalmente oncólogos, ginecólogos, cirujanos y cirujanos plásticos, radioterapeutas, radiólogos y anatomopatólogos.
Existen distintos tipos de tratamiento, que se combinan entre ellos según el estadio del cáncer, la edad de la paciente y otros factores:
- Cirugía: en tumores pequeños se suele realizar una tumorectomía, que consiste en extraer la parte de la mama afectada por células malignas, con un margen de seguridad. En tumores grandes o en mamas pequeñas habitualmente es necesario extirpar toda la mama (mastectomía). A nivel axilar también se realiza una pequeña intervención en el mismo acto quirúrgico, que en estadios precoces consiste en localizar y extraer el ganglio centinela. Si éste está afectado por células malignas o directamente en estadios avanzados se realiza un vaciamiento de todos los ganglios axilares en la mayoría de los casos aunque no en todos.
- Radioterapia: Siempre que se conserva la mama es necesario complementar el tratamiento con unas sesiones de radioterapia para equiparar el riesgo de recaída local de la tumorectomía al de la mastectomía.
- Hormonoterapia: es un tratamiento con pastillas que se realiza en aquellos tumores hormonosensibles, es decir, aquellos que contienen receptores hormonales positivos. Se suele realizar de forma complementaria a los otros tratamientos, normalmente durante 5 o 10 años.
- Quimioterapia: consiste en varias sesiones en las que se administra una medicación endovenosa con el objetivo de eliminar células malignas tanto a nivel del tumor como a nivel de los ganglios y del torrente sanguíneo. Este tratamiento se puede realizar antes o después de la cirugía, según cada caso.
A modo resumen:
- Estadio 0: sólo hace falta realizar tratamiento quirúrgico (tumorectomía + radioterapia o mastectomía), y hormonoterapia para tumores hormonosensibles.
- Estadio 1: al tratamiento anterior se le añade la biopsia selectiva del ganglio centinela en el momento de la cirugía. Si se observan células malignas en dicho ganglio, se procede al vaciamiento de todos los ganglios axilares en algunos casos seleccionados.
- Estadio 2: Se realiza quimioterapia antes de la cirugía, que también consiste en tumorectomía + radioterapia o mastectomía, y evaluación del estado axilar por distintas técnicas.
- Estadio 3: similar a estadio 2 pero con vaciamiento ganglionar axilar.
- Estadio 4: tratamiento individualizado según extensión y localización de las metástasis.
¿Puedo optar a cirugía reconstructiva?
En la actualidad se ofrece cirugía reconstructiva a todas las mujeres que se deben someter a una mastectomía. Se puede realizar una reconstrucción inmediata (en el mismo acto quirúrgico de la mastectomía) que es lo más habitual, o diferida en algunos casos sobre todo si es necesaria la radioterapia posterior, ya que esta podría producir alguna complicación o disminuir los resultados estéticos de la reconstrucción.
Existen diversas técnicas de reconstrucción, que se individualizan según el caso. A grandes rasgos, hay las siguientes técnicas:
- Implantes mamarios: para aquellos casos en los que se pueda conservar la piel de la paciente.
- Colgajos libres o pediculados: se utilizan colgajos de tejido de otras localizaciones de la propia paciente, siendo el más frecuente la técnica DIEP, que utiliza tejido de la zona abdominal para cubrir el defecto.
- Lipofilling: a veces se utiliza en la cirugía conservadora de la mama, para rellenar el defecto producido por la tumorectomía mediante tejido graso de la propia paciente.
Vida después del cáncer
Los posibles cambios físicos producidos por el tratamiento pueden conllevar una disminución de autoestima y seguridad en una misma, con ello dificultando la recuperación de la normalidad del día a día.
Es por ello que los centros hospitalarios suelen ofrecer programas de apoyo psicosocial, además de tratamientos complementarios para mejorar los posibles efectos adversos producidos por los tratamientos, como productos cosméticos específicos, programas de rehabilitación, consejos higienico-dietéticos y de hábitos saludables, especialmente de alimentación y ejercicio físico.
Dada la alta supervivencia de las pacientes con cáncer de mama, existen protocolos de seguimiento establecidos para cada estadio. Habitualmente se suele hacer un seguimiento hospitalario durante 5-10 años, y pasado este tiempo se siguen los controles en atención primaria.