Nutrición funcional

¿Qué es la nutrición funcional? La dieta de eliminación como punto de partida

La nutrición funcional enfatiza la importancia de alimentos de alta calidad y diversidad de fitonutrientes para corregir el desequilibrio biológico y alcanzar la mejor expresión de salud posible. La idea es que, tras una evaluación individualizada de las necesidades de una persona, se aconseje una intervención terapéutica personalizada creada para promover la salud y prevenir las enfermedades relacionadas con una dieta pobre o que condicione o perpetúe mecanismos patológicos como la inflamación. Nos lo cuenta Elisa Llurba, especialista en ginecología y obstetricia y alma mater de BeDona.

La nutrición, la base de la medicina funcional

La nutrición es la base de la medicina funcional, ya que muchas de las enfermedades crónicas tienen su origen o se acentúan por una mala situación digestiva. Alimentos específicos están relacionados con una larga lista de condiciones de salud. Esto incluye: problemas digestivos, dolor de cabeza, cansancio, depresión, irritabilidad, eczema y otras irritaciones de la piel, dolor de articulaciones, asma, ganancia de peso, hipertensión y obesidad, así como determinadas condiciones de la mujer como endometriosis, ovario poliquístico, hemorrágicas en las menstruaciones o esterilidad.

Muchas personas sufren síntomas durante largos períodos de tiempo, sin darse cuenta que están relacionado con su dieta. No es hasta que se elimina el alimento perjudicial de la dieta, que se puede realizar una conexión con los síntomas que se vienen arrastrando desde hace tiempo.

La Dieta de Eliminación

Así, una de las intervenciones más frecuentes de la medicina funcional es la llamada Dieta de Eliminación. La dieta de eliminación consiste en eliminar los principales agentes alimentarios que condicionan la inflamación del intestino durante un mínimo de 3 semanas e reintroducir los alimentos de forma gradual en otro período de tres semanas. De esta forma se evalúa los síntomas de forma separada y se reintroduce un alimento. Si se observa que tras la reintroducción del alimento se presentan los síntomas, se volverá de nuevo a intentar en unos 6 meses. Una vez que la inflamación del intestino se elimina, los alimentos que inicialmente eran promotores de esta inflamación ya no causan ninguna alteración.

Hay diferentes vías por las qué un alimento causa inflamación en el intestino:

– Puede ser una alergia: aunque estas son fácilmente identificables por que tiene lugar una reacción inmediata

Puede ser sensibilidad: que da lugar a reacciones, en días u horas, lejos del sistema digestivo, que son mediadas por el sistema inmune. Nuestro cuerpo reconoce este alimento, o sus derivados, como un elemento extraño que hay que eliminar.

Puede ser intolerancia: es decir, reacciones a ciertos compuestos químicos presentes en la comida. Algunas intolerancias se deben a una falta de enzimas para su digestión, como la lactasa en caso de la leche y sus derivados.

Cualquiera de estas reacciones del organismo da lugar a una debilidad en la pared del intestino que queda “abierta” por determinadas zonas. Es decir, se vuelve permeable a sustancias que de otra manera no se absorben. Estas sustancias que el sistema inmune detecta como anormales dan lugar a una respuesta inflamatoria para eliminarlas. Esta condición se llama intestino permeable. La dieta de eliminación hace que el intestino repose y se equilibre de nuevo, disminuyendo la sensibilidad a la comida y la reacción inflamatoria que se produce.

A la vez que la dieta de eliminación suprime comida potencialmente irritante, es una dieta con alto contenido de alimentos anti-inflamatorios que ayudan a restaurar la barrera intestinal y la microbiota.

La microbiota y la salud

Gran parte de la salud global de una persona viene determinada por la composición de su microbiota y la salud de su intestino. Un 70% del sistema inmune está localizado alrededor del intestino, que está constantemente analizando los alimentos o sus detritus que pasan por el sistema digestivo. La manera en que este sistema inmune responde está en buena parte, determinada por su microbiota intestinal.

Cuando el sistema digestivo está inflamado, la cantidad de bacteria saludable vs no saludable cambia. Este cambio tiene un impacto en el sistema inmune y puede causar reacciones inflamatorias indeseadas. Promover una alimentación que ayude a sanar el sistema digestivo y la microbiota ayuda a restaurar el equilibrio. Esta dieta se basa en una alimentación rica en proteínas, fitonutrientes, probióticos y prebióticos. Estos alimentos son la base de la dieta de eliminación.

¿Cómo notamos que tenemos un intestino inflamado?

Podemos tener digestiones pesadas, gases, barriga hinchada, diarrea o estreñimiento, dolores de barriga, entre otros síntomas digestivos. Pero, como hemos dicho, se puede dar síntomas a distancia como dolor de cabeza, cambios de humor, depresión, cansancio, mal estar, eczema o picores, pérdida de cabello, etc.

Gluten

Dieta de eliminación: libre de gluten y de productos lácteos

Estos dos tipos de alimentos (gluten y leche) son con mucha frecuencia asociados con reacciones alimentarias.

Los productos lácteos llevan lactosa, que muchas personas especialmente con la edad van disminuyendo, y también, caseína, otra proteína que causa con frecuencia reacciones. 

El gluten es una familia de proteínas que encontramos en la mayoría de granos (trigo, etc) y sus productos (pan, cereales, galletas, pastas, etc). Las proteínas del gluten se llaman gliadinas, que pueden lesionar las células intestinales causando estas zonas abiertas que dejan pasar otros alimentos o intestino permeable. Muchas personas mejoran sus síntomas generales incluso sin haber tenido nunca síntomas digestivos ni haber sido nunca diagnosticados de intolerantes al gluten.

Los otros alimentos para eliminar son:

  • Alcohol
  • Café y te
  • Azúcar
  • Comida procesada
  • Huevos
  • Carnes rojas
  • Mariscos
  • Leche y derivados
  • Gluten
  • Soja

La dieta de eliminación contiene muchos fitonutrientes o prebióticos que ayudan a restaurar el intestino. Así todas las frutas, verduras y frutos secos son altamente recomendables para restaurar la flora. Además, es rica en grasa saludable como aceite de oliva virgen extra, aguacate, frutos secos, omega-3, pescados (sardinas, boquerones, salmón). Puede obtenerse la proteína a través de legumbres y también de aves de corral si son ecológicas. Se pueden tomar cereales integrales.

Importante, no es una dieta para perder peso. Sin embargo, como está basada en dieta con mucha fruta y verdura, muchas personas adelgazan.

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