Toxoplasmosis durante el embarazo: 7 pautas para prevenirla.

¿Sabías que el 50% de las infecciones por toxoplasmosis se producen por comer carne infectada cruda o poco cocinada? Se trata de una infección producida por un parásito (Toxoplasma gondii) que, si afecta a la embarazada, puede resultar potencialmente peligrosa para el bebé. De ahí la importancia de seguir unas pautas muy concretas a la hora de cocinar la carne en esta etapa de tu vida. Hablamos con Francesca Crovetto, especialista en medicina maternofetal de BCNatal, sobre cómo evitar la infección y qué ocurre en caso de diagnosticarla.

¿Cómo averigua la embarazada si es inmune a la toxoplasmosis?

Habitualmente, en el primer trimestre de embarazo, a través de una analítica de sangre, determinarán si has estado en contacto en alguna ocasión con este parásito. Hasta un 20% de la población lo ha estado. En caso de que nunca hayas estado en contacto (la mayoría de las mujeres), deberás extremar las medidas para evitar el contagio en la gestación.

¿Qué es lo que provoca la toxoplasmosis?

Se estima que el 50% de las infecciones por toxoplasma se producen por comer carne infectada cruda o poco cocinada. También se puede contraer el parásito a partir de fruta o vegetales frescos contaminados, a partir de agua contaminada, o bien al tocar tierra contaminada o arena que haya estado en contacto con excrementos de gato infectado. Otra posible fuente de contagio es el contacto con boca, nariz u ojos mientras manipulamos o cocinamos carne infectada.

Aunque los gatos son los únicos animales que transmiten este parásito en sus heces, otras especies infectadas albergan el parásito en sus tejidos permanentemente, en forma de quistes. La carne de cerdo y cordero y las presas de caza son las que albergan este parásito con más frecuencia, pero cualquier tipo de carne puede estar infectada, por lo que siempre debe cocinarse y manipularse adecuadamente.

Pautas para preparar la carne de forma segura

  1. Cocina bien la carne. Es la única forma de asegurarse de eliminar la toxoplasmosis. Una forma de comprobar que está correctamente cocinada es si desaparece el color rosado del centro.
  2. Evita la carne curada, en sal o ahumada, como los embutidos tipo jamón serrano. Puedes consumirlos si los cocinas en la sartén, al horno, etc.
  3. Congela la carne unos días antes de cocinarla. Esto reducirá las posibilidades de una infección, aunque no las eliminará por completo.
  4. Lava y pela la fruta y la verdura antes de consumirla.
  5. Limpia la encimera de la cocina y aquellos utensilios que hayan estado en contacto con carne, aves o marisco crudo.
  6. Evita el contacto de las manos con boca, nariz y ojos mientras estés preparando la comida y lávate siempre las manos antes de comer.
  7. Usa guantes cuando trabajes en el jardín y evita el contacto de las manos con boca, ojos y nariz hasta que te las hayas lavado bien.

¿Y si me detectan toxoplasmosis durante el embarazo?

La toxoplasmosis suele ser leve fuera del embarazo, pero durante los nueve meses de gestación, dado que puede infectar la placenta y el feto, puede llegar a ser una infección potencialmente grave para el bebé.

No siempre que se detecta una infección por toxoplasmosis durante el embarazo se transmite al bebé. De hecho, la probabilidad de transmisión aumenta a medida que transcurre el embarazo (5% menos de 12 semanas, 15% de 12 a 16 semanas, 25% de 17 a 23 semanas y 60% a partir de 24 semanas). Pero la afectación fetal es más frecuente y grave en las primeras etapas de la gestación, siendo menos frecuente y menos graves a medida que avanza el embarazo (60% de afectación del bebé por debajo de las 16 semanas; 25 % entre las 17 y las 23 semanas y 15% a partir de las 24 semanas).

Ante la sospecha de infección materna por toxoplasma, se recomienda en primer lugar comprobarlo con otra analítica de sangre, que intentará estimar cuando haya ocurrido la infección (si en los últimos 3 meses o desde más tiempo). En caso de alta sospecha de infección durante el embarazo, se la derivarán a un centro de III nivel donde el personal sanitario está más acostumbrado a ver estos tipos de infecciones. Tendrás que empezar cuanto antes tratamiento antibiótico con varios fármacos, que intentará reducir el riesgo de transmisión al feto.

A partir de las 18 semanas, 4 semanas mínimo después de la probable infección, se le ofrecerá la realización de una amniocentesis para determinar si existe infección fetal. En cualquier caso, se realizará un control ecográfico más seguido para detectar posibles marcadores de infección fetal. 

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